Cada construcción domótica se compone de sistemas e instalaciones propios, no hay un único estándar. En una casa domótica es posible a través de un panel controlar los ajustes de las diferentes estancias, manejar la luz, la temperatura y el clima ambiental, programar electrodomésticos, iniciar sistemas de seguridad, activar equipamiento de audio y video, gestionar el riego… e incluso desde un dispositivo móvil se puede acceder al panel de control de la vivienda estando a miles de kilómetros de distancia. El valor diferencial es la configuración de diferentes escenarios según gustos y necesidades, por ejemplo, si se sale del hogar con una sola orden se activa el sistema de alarma, se cierran ventanas y persianas y los sensores de movimiento comienzan a funcionar; otro ejemplo posible sería configurar la casa para un momento concreto, se activaría el climatizador, las persianas ubicadas a una altura concreta, las cortinas en la posición perfecta según la disposición del sol, el toldo en su sitio y los eventos de luz y audio exterior preseleccionados se activarían.
El avance en este campo ha supuesto un gran reto para los arquitectos, capaces de combinar el diseño y el lujo del confort con el ahorro energético, incluir valores de accesibilidad para todo tipo de usuarios e incorporar sistemas de seguridad personal y patrimonial. Los fabricantes de elementos domóticos ofrecen productos que combinan la funcionalidad con el diseño más puntero, acorde con las tendencias actuales.