La tranquilidad, el bienestar y la sensación indescriptible de estar cerca del mar es uno de los principales atractivos para todos los que pretenden vivir en la costa o tener una casa en la playa. Sin embargo, esta proximidad a las playas conlleva una mayor susceptibilidad a los efectos corrosivos del salitre y la humedad marina.

A fin de atenuar estos daños y garantizar el bienestar de nuestros clientes y propietarios, el Iberostate Praia do Forte toma una serie de medidas en sus instalaciones. En las paredes externas de los apartamentos y casas se aplican productos impermeabilizantes, pasta texturizada, sellador acrílico y, por último, pintura. Estos productos dificultan la penetración de la humedad y del salitre, evitando la aparición de hongos y moho también en las paredes internas de las casas.

En los suelos de madera, que se utilizan principalmente en los espacios de las piscinas (y que, por lo tanto, están más expuestos a la humedad marina) se utiliza una pintura stain, que penetra en el suelo y garantiza una mayor durabilidad, evita el desgaste, protegiéndolos de los efectos del sol.  Siguiendo la misma línea de protección contra el salitre se han adquirido objetos de decoración en acero inoxidable, madera y vidrio.

Iberostate ofrece constantemente consejos valiosos a sus propietarios sobre cuidados sencillos y diarios que pueden minimizar los efectos de la humedad marina. Estos son algunos de esos consejos:

Lo ideal es que la casa esté abierta, al menos, una vez al mes para que pueda ventilarse.  Debido a los largos períodos en los que permanece cerrada la casa, la ropa de la cama debe lavarse con lejía y guardarse seca, preferentemente, en bolsas de plástico cerradas. Los electrodomésticos deben guardarse siempre limpios, cubiertos con paños y desenchufados. Los colchones deben estar cubiertos y las puertas de los armarios y de la nevera deben quedarse abiertas.

Con respecto a los muebles, es importante aplicarles aceite de caoba y limpiador para muebles para evitar daños en las partes de madera. “Otro consejo muy simple y efectivo es limpiar las superficies con frecuencia, retirando los residuos de sal que deja la humedad marina”, comenta Fanin.

Otro aspecto negativo de la proximidad a la playa son los jardines de las instalaciones y los apartamentos, que sufren durante todo el año, especialmente en los meses de verano. Los factores que más les afectan son el viento y la humedad marina, cargada de sal, que provoca quemaduras en las hojas, no solo a las cercanas a la costa, sino también a las que se encuentran hasta dos kilómetros tierra adentro.  

Para evitar mayores daños, el Iberostate Praia do Forte procura prevenir y tomar todas las medidas necesarias con los jardines y las plantas del complejo, con profesionales altamente capacitados en ese sentido, garantizando que la tierra esté abonada y regada adecuadamente según las necesidades de cada estación del año.

Cuidar de cada detalle de la casa de playa de sus sueños es uno de los grandes objetivos y satisfacciones de Iberostate.

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